CAPITULO 1
Me levanté, no sabía que hacer, estaba preocupada. Me dije:
-desayuno y ya veré lo que hago
Mientras cojo una tostada y la pongo a tostar, llaman por teléfono. Es mi madre que llama para ver que tal estamos mi hermano y yo. Le digo que estamos bien, ella me cuelga el teléfono.
Cuando me di la vuelta, vi a Thomas, MI MEJOR AMIGO.
Parece que se me olvidó presentarme, me llamo Yelena, pero mis amigos me llaman Yuli. Os contaré mi historia:
“Yo vivía en Argentina, con mi padre, mi madre, Raúl, que es mi hermano de 4 años y Tom, mi perro. Yo estaba muy feliz, iba al colegio como todos los demás, tenia montones de amigos y amigas. Ami me gustaba mucho el deporte, lo practicaba a todas horas. Mi deporte favorito es el futbol. Iba a entrenar todas las semanas, me acompaña mi amiga Clara.
Clara y yo llevábamos siendo amigas desde los 2 años, hasta que un día nos tuvimos que mudar por razones del trabajo de mi madre. Clara y yo estuvimos un tiempo sin hablarnos. Yo solo tenía 10 años, cuando paso eso. El caso es que nos mudábamos, pero no a 20 Km . de allí, ¡NO! , era otra ciudad, otro país, ¡nos íbamos a España!
No estaba acostumbrada a viajar, y menos a salir del país. A l principio, viajamos en coche hasta el aeropuerto y luego cogimos el avión.
Estuvimos 4 horas y media hasta que llegamos al aeropuerto de Barajas, Madrid. Nada mas aterrizar, llamé a clara, pero no me lo cogió al montarnos en el taxi, mis padres empezaron a discutir, pero pronto pararon.
Fuimos a la que iba ser la oficina de mi madre, era un sitio enorme, y en lo alto tenia un cinco azul con un punto rojo en el centro. Mi madre salió del coche y entro en el edificio, mi padre enfadado salió a fumar con el taxista, Raúl y yo nos quedamos escuchando música y a la vez, mirando aquella rara figura en lo alto del edificio.

Al rato salió del edificio muy contenta, (o eso parecía). Mi padre y el taxista se volvieron a meter en el coche. Durante el resto del viaje, mi madre se sentó a mi lado, me dijo que a donde nos íbamos a ir era un lugar precioso que estaba junto al mar. Era un pequeño pueblo llamado Lastres, en Asturias.
Por el camino, me fui quedando dormida.
Cuando desperté, miré por la ventana, y me quedé con la boca abierta, ERA EL MAR, era impresionante, agua clara, azulada, que casi no se podía distinguir del cielo azul del horizonte. Cierro los ojos y por última vez pienso en Clara, en mis amigos, en mi casa, en los entrenamientos, en los momentos mas felices, en los mas tristes, en los más sorprendentes, en… ¡EN MI VIDA PASADA!
Abro los ojos, todo desaparece, y no me gusta lo que veo porque mis padres empezaron a discutir otra vez, y Raúl, estaba empezando a hacer pucheros, a si que le pongo los cascos rápidamente, para que por lo menos no empezara a llorar. Cuando pasó un rato, mi madre nos dijo que ya faltaba poco para llegar, y eso me alegró, lo único que tenia ganas era de salir de ese infierno.
Miro por la ventana, y a lo lejos veo un faro, de color rojo carmín, era precioso. Justo iba a preguntar si habíamos llegado, cuando derepente, el coche se para y esa es una señal de que si, y efectivamente, mis sospechas eran ciertas, mi padre nos estaba señalando una casita. No estaba nada mal, al contrario, era preciosa, muchísimo mas bonita lo que me imaginaba, era blanca, con tejas naranja y una pequeña terraza. Y ADEMAS TENIA UNAS ESPECTACULARES VISTAS AL MAR. Era la casa perfecta.

Al entrar dentro, nos sorprendimos mucho más, la casa además de ser preciosa, era enorme, tenía dos baños, una cocina, cinco habitaciones muy grandes y el salón, que daba a la terraza, donde había una mesa y cuatro sillas.

Cuando acabamos de sacar todo del coche, y lo instalamos en la nueva casa, me di cuenta de que mi madre no había traído nada, y eso me desconcertó, y me distrajo, hasta que escuche a mis padres volver a discutir de nuevo, a si que cogí la mano de Raúl y me lo lleve a la parte trasera de la casa, justo en la terraza, donde llevaba a un mirador, donde se podía ver el faro perfectamente. Raúl levanta los brazos y los agita como si saludara a alguien, y Tom, que se vino con nosotros, empezó a ladrar fuertemente hacia el horizonte. Pero de repente Raúl y yo nos giramos al oír un grito de mi madre, y salimos corriendo, pero solo vimos como mi madre se metía en el coche y se iba, así sin mas, sin decirnos a donde iba, porque, si volvería, ABSOLUTAMENTE NADA y mi padre por el contrario, se lleva las manos a la cabeza, y me avisa que se va a dar una vuelta.
Raúl y yo entramos en nuestra ahora nueva casa. Primero ayude a Raúl a guardar sus cosas, (si a eso se le puede llamar cosas, SUS JUGUETES) solo llevaba juguetes, solo.
Y entonces me alivié que no me fuera a tocar en la misma habitación que él. Después, fui a mi habitación, era de color azul marino, con peces y una arrecife dibujados en la pared, era precioso. Coloque mis cosas, ropa, mis libros, mis pósters Y NO LLEBABA JUEGUETES.
Porque para ser una chica de diez años, yo ya soy muy madura.
Al acabar de color nuestras cosas, mi hermano y yo nos sentamos en un sillón de color caramelo que había en el salón, enfrente de una televisión. Raúl cogió el mando, y empezó a hacer zapping, entonces LO VI, era eso, seguro, el mismo signo, el signo encima del edificio en el que trabajaría mi madre. No pensé mucho en eso, porque Raúl ya había cambiado de canal. Cuando ya empezaba a anochecer, y mi padre no había vuelto, decidí ir a buscarlo, no podía andar muy lejos, estaría en una bar de por allí.
Empecé a caminar, cuando oí risas, si, eran risas, se oían perfectamente, y me llamó la atención que eran risas de niños, ¡NO HABIA VISTO NIÑOS DESDE MI LLEGADA! , lo único que pensaba era en hacer amigos. Seguí la risas, y me condujeron al mirador, SI, el de mi propia casa jajajajaja, no me había dado cuenta hasta ahora, pero había una puerta, si una puerta para bajar a la playa. Lentamente abro la puerta, y bajo por una no muy agradables escaleras de piedra que no para mi suerte estaban todas derruidas y mal colocadas, pero consigo bajar sin caerme cuando consigo oír otra vez aquellas risas, voy caminando hacia ellas, mientras me acerco veo siluetas que se hacen figuras. Si, efectivamente estaba en lo cierto, eran niños, de mi edad. Me acerque a ellos, y cuando ya estaba lo suficientemente cerca, les dije- Hola, mi nombre es Yelena, pero mis amigos me llaman Yuli - les dije muy nerviosa y a los pocos segundos me di cuenta de que fui muy directa y me sonroje levemente.
-Hola, yo soy Marina – dijo una chica rubia con ojos marrones.- ¿Eres nueva?, nunca te había visto por aquí
-Si acabo de llegar hoy
-No viene casi nadie por aquí, es un pueblo olvidado. Yo soy Carlos-dijo un chico que tenia una chaqueta militar, con unos pantalones vaqueros rajados un extraño colgante de una caballo que tenia en el cuello, y una preciosa pulsera que tenia en la muñeca donde ponía LUCERO, con letras bañadas en oro.
- ¿Te gusta?
- Si, es precioso- le digo con un leve sonrojo en el rostro
-¿Quieres venirte con nosotros? -me dijo Marina
- ¿A dónde vais?
- Vamos a la playa, ahora viene un amigo y nos vamos.
-Vale, tengo que avisar a Raúl, mi hermano pequeño, y ahora vuelvo.
- Vale, te esperamos
Que guay, ya tenía amigos, lo único que me faltaba es que para mi desgracia, mi padre no estuviera en casa, pero… si que estaba, sabia que me dejaría salir, por que como ya dije antes, aunque tenga diez años, soy muy madura y sabía cuidarme de mi misma.
Cuando baje con cuidado las escaleras de no caerme, fui corriendo hacia donde estaban con un integrante nuevo.
.- Hola, soy Pablo- me dijo un chico rubio con unos preciosos ojos azules, pero me di cuenta de que ya llevaba mucho tiempo mirándole, demasiado, y giré la cabeza mirando a Marina.
Me lo pasé genial con ellos, y me di cuenta de que teníamos un montón de cosas en común, sobre todo con Pablo, el quería ser cantante, al igual que yo, y además cumplíamos los años el mismo día, que coincidencia.
Cuando llegué a casa, estaban todos dormidos, pero me di cuenta que el coche no estaba, a si que supuse, que mi madre no había llegado. Cogí un cacho de pizza de encima del mostrador y me la comí, vi un poco la tele y me metí en la cama para dormir.
PORFAVOR, NO seguiré la historia, si no tengo ningún suscriptor, al menos haceros la cuenta para poder comentar
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